Rhys Porter era un auténtico desconocido hasta hace unos días. El joven inglés es un aficionado del Fulham que sufre una parálisis cerebral. Rhys recibió ataques en redes sociales tras subir un vídeo en el que salía jugando al fútbol y la reacción del equipo del que es aficionado no pudo ser más espléndida.
Cuando el Fulham se enteró de lo ocurrido decidió añadir al chico a la plantilla en su página web y le invitó a ver el partido del fin de semana frente al Bristol City. La cosa no quedó ahí y es que cuando Aleksander Mitrović hizo el 0-1 no lo dudó y fue a celebrarlo con el chaval. Lo hizo acompañado del resto de sus compañeros.

Esta maravillosa historia demuestra que el deporte rey es mucho más que un juego de once contra once.