Un equipo de fútbol es mucho más que un conjunto de futbolistas, un entrenador y un presidente. Ésta es la historia de Dolores Calviño, la mujer que se encargó durante más de cuarenta años de cuidar que todo estuviera a punto en el Pontevedra CF.
Lola, como así era conocida, falleció en el año 2002, pero su recuerdo es imborrable para la afición granota. El ayuntamiento pontevedrés sacó una subvención para aquellas iniciativas que ayudasen a dar un lavado de cara a la ciudad y acabar con «feísimo», que es como lo denominaron. Y ahí apareció su nombre. Dicho y hecho, como se puede ver en la siguiente imagen.

Me gustó mucho conocer esta historia como símbolo y representación de todas esas personas que también viven del fútbol, pero cuya labor es menos vistosa. Gracias a este gesto Lola sigue velando por su equipo.
Espero que a vosotros también os haya gustado.
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