Escoger o acordarse solamente de aquello que interesa. Eso le pasa a los críticos de Antoine Griezmann. Exculpar de toda responsabilidad al francés no sería justo, pues es cierto que «El Principito» no apareció en la vuelta de los octavos de final de la Champions League y el partido lo exigía. Sin embargo, y tras aceptar esto, deberíamos de hacernos unas cuantas preguntas: ¿Cuántos balones recibió en 3/4 de campo? ¿Acaso tuvo ocasiones de gol? ¿Le dieron algún pase interesante en el que tuviera opción de encarar o de sacarse algo de la chistera? ¿Qué porcentaje hay de que un tipo de 1,75 metros y de constitución delgada se llevara balones en el cuerpo a cuerpo ante los corpulentos defensas juventinos? Algo tendrá que ver el bajo nivel del resto de compañeros, que digo yo…

La famosa «Decisión» y su consecuente subida salarial es suficiente motivo para que los depredadores del francés saltasen contra él. Griezmann es el crack y se le debe de exigir como tal. Por eso tiene su parte de culpa de lo acontecido, o mejor dicho, de lo no acontecido en Turín, pero se le ha responsabilizado mucho más que otros compañeros que tampoco estuvieron a la altura. ¿Acaso habéis leído críticas a Diego Costa? Un gol lleva el de Lagarto en La Liga. UNO. Regresó costando 25 millones de euros más que los que dejó en las arcas colchoneras cuando decidió bajarse del barco en el mejor momento de navegación y se pasa la vida en la camilla. ¿Acaso Oblak estuvo a la altura de otras ocasiones? Recordarme una parada meritoria de las que suele hacer el esloveno y que podría haber decantado la eliminatoria para los de Simeone.
No se trata de culpar a ninguno, sino de repartir responsabilidades. En estos diez días post-debacle todo se centró en Simeone y Antoine. Sus 23 millones han servido para justificarlo todo y esto no me parece justo. Saúl renovó por un pastizal. Koke lo mismo. Y así uno a uno. Griezmann no estuvo fino, pero tampoco lo estuvieron ellos. Él cobra más porque es mejor y porque en este deporte se paga el gol.

Y acabemos con una conclusión: si cobra eso será porque sino es aquí se los darían en otro lugar, ¿no? ¿O acaso Oblak ha renovado ya? El esloveno también anda persiguiendo la mejoría salarial que cree que otros pueden darle. Diego Costa se rumorea que se irá por pasta a China. Es la ley de la oferta y la demanda que funciona en el deporte rey y si un equipo quiere tener a los mejores debe de rascarse el bolsillo. Y Griezmann lo es. Como también lo es «El Cholo». Por eso están en esas bandas salariales. ¿Qué es mucho? Sí. Esto es lo que tiene estar en la élite. Cuando el equipo quedaba décimo no existían problemas así. Ya llegará el día en el que se llorará sus ausencias… ¡Disfrutadlos!
Pd: más responsabilidad repartida y menos memoria selectiva.