Los principales retoques de Luis Enrique en sus primeros días como seleccionador español

Confianza absoluta en David De Gea

El portero del Manchester United fue uno de los grandes señalados tras el Mundial. A pesar de ello caben pocas dudas sobre su rol en el panorama Mundial, siendo uno de los mejores porteros del fútbol. Así lo considera el nuevo seleccionador, quien le ha mostrado total confianza desde el inicio. De Gea por su parte le ha respondido con nota, sacando dos balones clarísimos en Wembley. Uno de ellos, por cierto, fue una de las paradas de lo que va de temporada. Frente a los croatas no tuvo trabajo.

Cambio de posición de Sergio Ramos

El capitán ha pasado de ser el central derecho a ser el central izquierdo. Esto que parece una tontería ha sido un aspecto clave en el devenir de los encuentros frente a Inglaterra y contra Croacia. Desde ahí ha realizado unos cambios de orientación espectaculares, evitando así que la presión de los rivales fuera menos efectiva. Como muestra el primer gol a los Subcampeones del Mundo, donde un pase en largo a Carvajal fue el inicio para que este tuviera la situación perfecta para centrar y que Saúl «abriera la lata».

Llegada de la segunda línea

Saúl es el ejemplo perfecto en este aspecto. Parece contraproducente el decir que un jugador así tiene que salir contra equipos que salen encerrados, pero nada más lejos de la realidad. Tanto él como Asensio tienen un disparo excelente desde media distancia y con ello hacen que la defensa adversaria adelante líneas, generando espacios a su espalda.

Además, cuando el balón va a banda la llegada desde atrás del «8» colchonero es determinante y días en los que el contrincante acumula mucha gente en el área, la sorpresa desde segunda línea resulta decisiva.

Mucha más verticalidad

La Selección tiene que quitarse la etiqueta de «equipo aburrido» y para ello es esencial jugar a menos toques y ser más directos. Este matiz es el principal toque que Luis Enrique le dio al Barcelona post Guardiola y el mismo que se espera que introduzca poco a poco en la Roja. El juego es menos previsible y desarbolar defensas es más sencillo.