«Simeone es un cagón» «El Atleti se he echado atrás» «Los rojiblancos le han dado vida al Barcelona» o la mejor y más graciosa de todas, la que salió de la boca un entrenador que curiosamente manda recaditos después de hacer el ridículo de recibir seis goles jugando como local: «Prefiero perder así que no como he visto este fin de semana, meter un gol, mandar al equipo atrás y que te acaben empatando». Y se quedó tan ancho, como si se pensase que su declaración era una muestra de osadía, cuando de lo que se trataba era de un sinsentido. Preferir perder a puntuar, ¿en qué cabeza cabe? ¿Hay puntos en el casillero por espectáculo o por jugar de un modo u otro? ¿El FC Barcelona no hizo nada para que los rojiblancoas retrasaran sus líneas? Por favor señores, sean justos con Diego Pablo Simeone.
Han transcurrido tres días, tiempo más que suficiente para mirar el partido desde una perspectiva realista y sin el calentamiento que puede provocar recibir el gol del empate a falta de diez minutos. Antes de continuar y por si algunos no lo recuerndan, ya me encargo yo de hacero: el rival estaba comandado por el mejor jugador de la historia y con todos mis respetos hacia el Leganés o el Girona, donde caben algo más los argumentos de la poca valentía de Diego Pablo Simeone, enfrente estaba el FC Barcelona. Y este no es un rival cualquiera. Para los más despistados, recordarles que los azulgrana habían ganado hasta la fecha los 21 puntos posibles en el campeonato nacional de liga y los seis en su grupo de Champions League. Por si esto no fuera suficiente, refresquen la memoria y echen la vista apenas un mes atrás ñ, cuando el conjunto de Valverde le endosó un tres a cero al actual subcampeón de Europa, la Juventus de Turín.
¿El Atleti se echa atrás o el Barça «empuja» a retroceder al Atleti?
Venga va, jugemos a ser realistas que es más sencillo de lo que parece. ¿De verdad pensáis que si aguantasen las fuerzas el Atleti no iba a seguir con el mismo planteamiento de la primera mitad? ¿Cómo no continuar con algo que te ha ido bien? Tiene poco sentido cambiarlo, ¿no? Después del uno a cero y hasta el descanso los azulgrana no tuvieron ocasiones de gol y ello se debió sobre todo a la gran presión ejercida en campo rival por los jugadores atléticos. Pero, ¿acaso es mortal aguantar a tal ritmo los noventa minutos? El FC Barcelona toca y toca sin parar mientras su rival de turno corre detrás de la pelota. Son los mejores del mundo haciéndolo y aunque muchos piensan que con ello no se consigue nada, lo que precisamente logran es esto, que su adversario gaste sus fuerzas a la vez que madura el encuentro. Como si de un videojuego se tratase, las barritas de energía de los pupilos de Simeone se vieron resentidas con el paso de los minutos y las piernas daban para lo que daban. Bastaba con fijarse en Juanfran y su ritmo trotón a la hora de volver a su sitio o mirar a Griezmann que ya no le daba para jugadas como en la primera parte, cuando le tiró un caño a Piqué que si llega a finalizar en gol habría sido para el recuerdo. Las estadísticas hablan por sí solas: de los goles que Leo Messi le ha metido a los rojiblancos, más de la mitad fueron en la última media hora.

¿Qué podía hacer el Cholo?
Hablar a toro pasado sobre si los cambios fueron o no acertados es ventajista y al hincha atlético no le gustan las ventajas. Es cierto que poner a Thomas en banda cuando le había otorgado la confianza en el medio es cuanto menos cuestionable y tan cierto como esto es que la confianza depositada en en Gaitán es mucho mayor de la que el ex del Benfica se ha ganado en el terreno de juego. Sin embargo, más allá del incidente que debe de haber ocurrido entre Simeone y Gameiro, el cual debe de ser la explicación del porqué no le está dando nada de bola al galo, las otras soluciones que había en el banquillo eran defensivas: Giménez y Lucas, por lo que de defensivo en este caso nada.
Ya lo dice el refrán: «A veces las apariencias engañan» y esto es precisamente lo que sucedió el sábado. Parecía que el Atleti se había replegado a campo propio por voluntad de su entrenador, pero bajo mi parecer los culpables fueron los Messi y compañía.